Seguramente, al igual que a muchos, te han enseñado que hay un cielo y un infierno al cual, según el comportamiento que tengas en vida irás una vez termines tu tarea en la Tierra. O seguramente te has preguntado alguna vez dónde irás a caer después del juicio final.
Aquella enseñanza simbólica que nos dan sobre el cielo y el infierno por medio de la cultura y la religión nos marca en nuestro actuar durante toda la vida, seguramente, temiendo al infierno para evitarlo a toda costa y abrirnos camino al cielo por medio del buen obrar. Pero voy inmediatamente al grano y me quedó sólo con esa idea simbólica del cielo y el infierno. No es más que eso. Y por qué lo digo, así tan fríamente. Pues, nadie conoce ni el cielo y mucho menos el infierno. Las creencias han inventado estos dos mundos tan opuestos por la simple razón, quizás, del miedo que tiene la humanidad de no conocer lo que hay después de la muerte. Por lo tanto, para responder ese cuestionamiento de lo que hay despues de la muerte, porque el hombre busca la inmortalidad a pesar de tener conciencia sobre su muerte,creó estos mundos simbólicos; un cielo, el paraíso con ángeles, donde sólo llegan aquellos que hicieron el bien sin equivocaciones, y que si se equivocaron pidieron perdón de corazón, los que ayudaron al prógimo, los que amaron puramente, resumiendo, todos aquellos que no cometiron pecados; y opuestamente un infierno, ese lugar tenebrosamente ardiente, poblado por demonios y almas perdidas, gobernado por Satán y por la sangre derramada eternamete por los pecadores que llegaron por no seguir el camino socialmente correcto.
Ésta es la idea cristiana y judaísta, aunque otras creencias que creían en la vida despues de la muerte también tenían una idea parecida.
Pero pienso: si todo fuese así como lo hablan las escrituras y la cultura religiosa que dan recetas de como llegar al cielo ¿cuántos hombres realmente han llegado a ese lugar? Sin dudas no deben ser muchos comparados con todos los que han caído al infierno.
Mis reflexiones, por lo demás rebuscadas, en este último tiempo me han llevado a desmentir estos mundos opuestos. ¿Cómo? vamos netamente al simbolismo que tiene cielo e infierno.
Pues bien, hagámos el siguiete ejercicio reflexivo. Simbólicamente si apuntamos hacia arriba, estamos apuntando hacia el cielo, es decir, el paraíso. Pero ¿qué hay en el cielo cuando miras hacia arriba? Nubes, sí hay nubes; esmog, sí, también lo hay; ¿capa de ozono? sí, también la hay. Pero ¿qué hay más allá?... ¿ves el paraíso en algún lugar con Dios y todos los ángles de los que se habla? ¿qué hay más arriba de nuestras cabezas? No hay más que universo!. Ahora. Simbólicamente si apuntamos hacia abajo estámos indicando el infierno ¿qué hay abajo? Piedras, tierra, napas subterráneas, rocas, laba, tumbas. Sí, hay todo eso ¿ves demonios? sigue mucho más abajo y dime que hay. ¿Universo? ¡Claro, universo! Y como el universo es uno sólo. Podemos concluir que cielo e infierno comparten el mismo espacio. Además que en ningún momento vimos todo eso que habla la gente sobre cielo y el infierno. Porque está claro que son mundos simbólicos creados por nuestros antepasados para enfrentar el miedo a la muerte y dejar de existir.
Y si aún no te convenso, cosa que tanpoco quiero hacer, sólo generar la reflexión y creación de una idea propia, hagámos otro ejercicio. Tenémos la capacidad de estar en dos lugares distintos al mismo tiempo y un yo está parado en el centro del polo norte y mi otro yo está parado en el centro del polo sur. Lo que sabemos es que el polo norte está en dirección hacia arriba y que el polo sur está en dirrección hacia abajo según las ilustraciones, por lo que qedaría mirando boca abajo en el polo sur. Ahora bien, al mismo tiempo apuntaré con mi brazo extendido hacia arriba de mi cabeza ¿qué sucede? Pues, estoy apuntando al mismo tiempo hacia arriba y hacia abajo, es decir, apunto hacia el cielo y hacia el infierno. Y no estoy apuntando otra cosa más que hacia el universo. Concluímos nuevamente que cielo e infierno comparten el mismo espacio.
Definitivamente no me iré al cielo como mucha gente la cual se preocupa de vivir para esa vida que hay después de la muerte, una vida que nadie conoce y que nadie a probado su existencia. Es tanta esa obsesión que muchas veces se olvidan de vivir realmente el momento que pasamos terrenalmente, esperan la muerte para poder vivir ¿pero hay realmente otra vida?. Esperamos el momento del juicio final ante Dios para ser juzgados. Pero los que realmente juzgan son los hombres. Somos nosotros quienes juzgamos el actuar de los otros para condenarlos al infierno o al paraíso.
Me iré al infierno, a mí infierno, no al de todos. Y mi infierno, simbólicamente es un lugar donde llegan los rockeros a escuchar melodías alocadas y desgarradoras, a beber tragos junto al buen amigo Lucifer y poder decir puteadas sin sentirte grosero. Y obviamente escuchando más y más rock y heavy metal por la eternidad.
Y bueno, mi cielo simbólicamente sería ese lugar donde llegan todos los mamoncitos que no pueden siquiera mirar una mujer porque podrían sentir lujuria, donde no se puede comer un buen asado o cantar en tonos fuertes, donde debes dormir temprano y trabajar día a día el campo. Demonios!...este si que sería un maldito infierno... mejor escuchemos Rock'n Roll.